jueves, 31 de marzo de 2016

EL DIALOGO

                                            EL DIALOGO



martes, 29 de marzo de 2016

EL DIALOGO


 EL DIÁLOGO

El diálogo es el intercambio de ideas o mensajes entre dos o más personas; caracterizado por el llamado circuito del habla:
Emisor – Mensaje – Oyente; Oyente – Mensaje – Emisor.

En el lenguaje hablado, éste intercambio se realiza a través de la palabra hablada, mientras que en el lenguaje escrito este intercambio se expresa indicando los momentos en que cada interlocutor toma su turno y el mensaje que cada uno expresa. Es un recurso que se usa en todo tipo de escritos, cuentos, novelas, poesía, e incluso en obras científicas de divulgación.

Como género literario, el diálogo surge con los escritos de Platón, siendo los primeros y más famosos: Fedón, Gorgias, Protágoras, el Banquete; en los cuales toda la exposición de las ideas propias y contrarias, es expuesta como un diálogo entre dos o más personas, donde cada una expresa su punto de vista. Este género siguió cultivándose en Grecia y Roma y en algunos escritos modernos. En el género del diálogo, Cada interlocución es precedida del nombre del personaje; en los diálogos dentro de otros géneros, el intercambio puede estar precedido de guiones y la indicación al final, o en medio de los diálogos.

10 ejemplos de diálogos:

1. Fragmento de “Critias”, de los diálogos de Platón:

SOCRATES: Ciertamente, Critias, concederemos su petición, y concederemos por igual con anticipación a Hermócrates, así como a usted y Timeo; yo no tengo ninguna duda que cuando llegue su turno dentro de un rato, él haga la misma petición que usted ha hecho. En orden entonces, de que él puede proveer por sí mismo un nuevo comienzo, y no ser obligado a decir las mismas cosas una vez finalizado lo suyo, déjelo entender que la indulgencia es concedida ya por anticipado a él. Y ahora, amigo Critias, anunciaré a usted el juicio del teatro. Ellos son de opinión que el ejecutante último era maravillosamente exitoso, y que usted necesitará mucha indulgencia antes de que pueda tomar su lugar.
HERMOCRATES: La advertencia, Sócrates, que a usted le ha dirigido, también debe llegarme. Pero recuerde, Critias, que un corazón débil nunca ha conquistado un trofeo; y por esto usted debe enfrentar el argumento como un hombre. Primero invoque a Apolo y a las Musas, y a continuación oigámosle sonar las alabanzas y mostrar las virtudes de los ciudadanos antiguos.
CRITIAS: Amigo Hermócrates, usted, que se coloca por último y tiene otro delante de usted, no ha perdido el corazón aún; la gravedad de la situación pronta será revelada a usted; mientras tanto, acepto sus exhortaciones y estímulos. Pero además de los dioses y de las diosas que usted ha mencionado, invocaría especialmente a Mnemosyne; pues para toda la parte importante de mi discurso dependo de su favor, y si puedo recolectar, y recitar bastante lo qué fue dicho por los sacerdotes y traído por Solón, no dudo que satisfaré las exigencias de este auditorio. Y ahora, no habiendo más de excusa, procederé.

2. Diálogo de “Novela de la Gitanilla”; Novelas Ejemplares, Miguel de Cervantes Saavedra.

-Entren, entren las gitanillas, que aquí les daremos barato.
-Caro sería ello -respondió Preciosa- si nos pellizcacen.
-No, a fe de caballeros -respondió uno-; bien puedes entrar, niña, segura, que nadie te tocará a la vira de tu zapato; no, por el hábito que traigo en el pecho. 

3. Diálogo de amigos

-    Hola María, ¿Cómo estás?
-    Bien Antonio, ¿y tú como has estado?
-    Bastante bien. Hace mucho que no te veía.
-    Estuve de viaje por Europa, conocí Londres y Manchester en Inglaterra y Tolousse y Lyon en Francia.
-    ¿Y trajiste algún recuerdo?
-    Sí, un francés.

lunes, 28 de marzo de 2016

jueves, 17 de marzo de 2016

EVALUACIÓN DEL PRIMER PARCIAL DEL SEGUNDO QUIMESTRE

EVALUACIÓN DEL PRIMER PARCIAL DEL SEGUNDO QUIMESTRE


UNIDAD EDUCATIVA FISCAL  “TOMÁS OLEAS
DATOS INFORMATIVOS  
DOCENTE: Lic. Rosa Hernández.
AREA: LENGUA Y LITERATURA
AÑO BASICO: QUINTO “A”
NOMBRE DEL ALUMNO:……………………………………………………………………
FECHA…………………………………………………………
TÉCNICA: Prueba                      INSTRUMENTO: Cuestionario

INDICADOR ESENCIAL DE EVALUACIÓN: Identifica elementos explícitos de las leyendas.   

     PRUEBA DEL  PRIMER PARCIAL DEL SEGUNDO QUIMESTRE 

1.       ¿Dónde ocurre la leyenda el delfín rosado?
a)       En el norte de la Amazonía  ecuatoriana.
b)       En el norte de la Amazonía peruana.
c)       En el norte de la Amazonía colombiana.
2.       ¿Cuándo salen los delfines rosados?

a)       En tiempos de guerra.         B) En tiempos de paz.            C) En tiempos de fiestas

3.       ¿En que se transforman los delfines?
a)       En hombres.            B)   En mamífero acuático.                    C)  En mamífero acuático

4.       ¿Qué hacen los delfines vestidos de hombres?
a)       Se emborrachan  con las mujeres jóvenes de la comunidad
b)       Celebran con las mujeres con bebida y baile.
c)        Enamoran a las mujeres jóvenes con sus encantos.
5.       Un elemento fantástico de la leyenda el delfín rosado es:
a)       Que un joven guerrero indígena  fue convertido en delfín por un dios.

b)       Que en la Amazonía se encuentran poblaciones de delfines rosados.
c)       Que existen pueblos Kichwas en la Amazonía.
       6.- Las leyendas son narraciones casi siempre de tipo oral, que han sido enriquecidas por la:


 a) Realidad      b) imaginación popular                        c) mentira

       7.- Las leyendas incluyen mensajes de protección a

  a)   Personajes              b)  Realidad            c)  Medio ambiente

       8.- A qué leyenda ecuatoriana  ecuatoriana   representa esta imagen
 


a  El Oro de los Llanganates    b) Etsa 
 c)El Hada de Santana

      9.- De qué ciudad ecuatoriana es la leyenda el Hada de Santana

    a)    Quito                 b)   Manta                           c)   Guayaquil


    10.- ¿Dónde está ubicado el palacio?

    a)    En las profundidades del Cerro de Santana
    b)    En las colinas de Chillogallo
    c)    En los océanos más grandes del mundo
 

lunes, 14 de marzo de 2016

LAS LEYENDAS

                   LAS LEYENDAS



Pintura del Rey Arturo por Charles Ernest Butler; su figura es central en el ciclo de leyendas denominado Materia de Bretaña.1
Una leyenda es una narración de hechos naturales, sobrenaturales o una mixtura de ambos que se transmite de generación en generación en forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa de forma imprecisa entre el mito y el suceso verídico, lo que le confiere cierta singularidad.
Se ubica en un tiempo y lugar familiares a los miembros de una comunidad, lo que aporta cierta verosimilitud al relato. En las leyendas que presentan elementos sobrenaturales como milagros, presencia de criaturas feéricas o de ultratumba, etc. y estos sucesos se presentan como reales, forman parte de la visión del mundo propia o emic de la comunidad en la que se origina la leyenda.
En su proceso de transmisión a través de la tradición oral, las leyendas experimentan a menudo supresiones, añadidos o modificaciones culturales que dan origen a todo un mundo lleno de variantes. Las más comunes son la "cristianización" de leyendas paganas o la adaptación a la visión infantil, cuando el cambio de los tiempos ha reducido las antiguas cosmovisiones paganas a cuentos para niños.

Concepto

Se define a la leyenda como un relato folclórico con bases históricas.2 Una definición profesional moderna ha sido propuesta por el folclorista Timothy R. Tangherlini en 1990:3
"Típicamente, la leyenda es una narración tradicional corta de un solo episodio, altamente ecotipificada,4 realizada de modo conversacional, que refleja una representación psicológica simbólica de la creencia popular y de las experiencias colectivas y que sirve de reafirmación de los valores comúnmente aceptados por el grupo a cuya tradición pertenece".
Contrariamente al mito, que se ocupa de dioses,5 la leyenda se ocupa de hombres que representan arquetipos (tipos humanos característicos), como el del héroe o el anciano sabio, como se aprecia por ejemplo en las leyendas heroicas griegas y en las artúricas.6

Etimología e historia de la palabra

Gracias a la Leyenda dorada se difundieron ciertos episodios hagiográficos que tuvieron gran éxito iconográfico, como el de la lucha de san Jorge contra el dragón.
La palabra leyenda proviene del verbo latino legere, cuyo significado variaba entre escoger (acepción de la que proviene elegir) y leer.7 En el latín medieval, se usó el gerundivo de este verbo, legenda, con el significado de (algo) para ser leído cuando el término se aplicaba, sobre todo en el catolicismo, a las hagiografías o biografías de los santos.8 Por ejemplo, Santiago de la Vorágine compuso su Legenda aurea como un santoral con la vida y milagros de unos 180 mártires y santos, aunque con tan poca precisión histórica y filológica y con unas etimologías tan fantásticas que poco a poco fue perdiendo crédito, salvo entre pintores e ilustradores fascinados por su imaginación, que estimuló la iconografía. Él se fundaba en los evangelios canónicos, los apócrifos y en escritos de Agustín de Hipona y Gregorio de Tours, entre otros.9
Con la llegada de la Reforma Protestante del siglo XVI el término leyenda cobra su nuevo carácter de narración no histórica. Los protestantes ingleses presentan una nota de contraste entre los santos y mártires "reales" de la reforma, cuyos relatos "auténticos" figuraban en El libro de los mártires de John Foxe, y los fantasiosos relatos de la hagiografía católica.10 De esta forma, la leyenda gana su connotación moderna de narración indocumentada y espuria. Es muy probable que, en lengua española, la moderna concepción de leyenda y de lo legendario haya sido tomada de estos modelos ingleses, especialmente desde 1850.11
El término acaba englobando también a producciones literarias cultas que, aunque se inspiran en tradiciones populares o en motivos característicos de éstas, no son relatos tradicionales. Varios autores de este período escribieron leyendas literarias de este tipo tanto en prosa como en verso. Los más celebrados fueron el Duque de Rivas, José Zorrilla, Gustavo Adolfo Bécquer y José Joaquín de Mora.

Características

Mapa de Atanasio Kircher mostrando una supuesta ubicación del legendario continente de la Atlántida.12
Una leyenda, a diferencia de un cuento o un mito, está ligada siempre a un elemento preciso y se centra en la integración de este elemento en el mundo cotidiano o la historia de la comunidad a la cual pertenece. Contrariamente al cuento, que se sitúa dentro de un tiempo («Érase una vez...») y un lugar (por ejemplo, en el Castillo de irás ya no volverás) convenidos e imaginarios, la leyenda se desarrolla habitualmente en un lugar y un tiempo preciso y real, aunque aparecen en ellas elementos ficticios (por ejemplo, criaturas fabulosas, como las sirenas).
Como el mito, la leyenda es etiológica, es decir, tiene como tarea esencial dar fundamento y explicación a una determinada cultura. Su elemento central es un rasgo de la realidad (una costumbre o el nombre de un lugar, por ejemplo) cuyo origen se pretende explicar.
Las leyendas se agrupan a menudo en ciclos alrededor de un personaje, como sucede con los ciclos de leyendas en torno al Rey Arturo, Robin Hood, el Cid Campeador o Bernardo del Carpio.
Las leyendas contienen casi siempre un núcleo histórico, ampliado en mayor o menor grado con episodios imaginativos. La aparición de los mismos puede depender de motivaciones involuntarias, como errores, malas interpretaciones (la llamada etimología popular, por ejemplo) o exageraciones, o bien de la acción consciente de una o más personas que, por razones interesadas o puramente estéticas, desarrollan el embrión original.
Cuando una leyenda presenta elementos tomados de otras leyendas se habla de «contaminación de la leyenda».

Clases de leyenda

Desde antiguo las formaciones geológicas inusuales han incitado la imaginación humana. La tradición oral señala que los Cantos de la Borrica, bloques errantes existentes en el puerto de Sejos (Cantabria, España), fueron arrojados ahí por el Ojáncanu, un ser maligno de la mitología cántabra.
Se pueden clasificar de dos formas:
Por su temática:
  1. Leyendas etiológicas: aclaran el origen de los elementos inherentes a la naturaleza, como los ríos, lagos y montañas.
  2. Leyendas escatológicas: acerca de las creencias y doctrinas referentes a la vida de ultratumba o viajes al inframundo (Nekyia).
  3. Leyendas religiosas: historias de justos y pecadores, pactos con el diablo, episodios de la vida de santos.
Por su origen:
  1. Leyendas urbanas: pertenecen al folklore contemporáneo, circulan de boca en boca, etc.
  2. Leyendas rurales: solo las leyendas válidas en el campo, porque no tienen lugar o adaptación para las urbanas.
  3. Leyendas locales: es una narración popular de un municipio, condado o provincia.
Algunas leyendas pueden llegar a ser clasificadas en más de un grupo, ya que por su temática abordan más de un tema. Un ejemplo de esto, sería una leyenda acerca de una supuesta manera de contactar con un ser querido ya fallecido, que podría ser clasificada tanto como leyenda urbana, como leyenda escatológica.

Las leyendas en España

Se mezclaron en la península ibérica tradiciones muy disímiles: célticas, ibéricas, romanas, visigodas, judías, árabes (y con los árabes, las tradiciones indias) en las más diversas lenguas.
Varias leyendas aparecen en el Romancero y, a través de él, en el teatro clásico español. Un verdadero vivero de leyendas es la obra de Cristóbal Lozano y la novela cortesana del Barroco. Numerosos escritores eclesiásticos compilaron leyendas y tradiciones piadosas en distintas colecciones, la más conocida de las cuales, pero no la única, es el Flos sanctorum.
Pero a partir del siglo XIX los románticos empiezan a experimentar interés por recogerlas, estudiarlas o incluso imitarlas. En 1838 se publican ya unas Leyendas y novelas jerezanas; en 1869, 1872 y 1874 aparecen ediciones sucesivas de unas Leyendas y tradiciones populares de todos los países sobre la Santísima Virgen María, recogidas y ordenadas por una Sociedad Religiosa. En 1853 Agustín Durán, que había ya publicado los dos tomos de su monumental Romancero general o colección de romances castellanos (BAE, t. X y XVI), publicó la Leyenda de las tres toronjas del vergel de Amor. Ángel de Saavedra, duque de Rivas, cultiva el género de la leyenda en verso y Fernán Caballero traduce leyendas alemanas y compila y reúne colecciones de las españolas. Las de Gustavo Adolfo Bécquer, tanto las publicadas como las recopiladas póstumamente, son de las más expresivas en prosa, pero tampoco desmerecen las leyendas en verso de José Zorrilla y de José Joaquín de Mora. Tras Washington Irving, el arabista Francisco Javier Simonet publicó en 1858 La Alhambra: leyendas históricas árabes; José Lamarque de Novoa publicó Leyendas históricas y tradiciones (Sevilla, 1867); Antonia Díaz Fernández de Lamarque, Flores marchitas: baladas y leyendas (Sevilla, 1877); Manuel Cano y Cueto se ocupó de las leyendas sobre Miguel Mañara (1873), y a estos nombres habría que añadir otros muchos no menos importantes, como María Coronel, Josefa Ugarte y Casanz, Teodomiro Ramírez de Arellano, José María Goizueta etcétera.
En 1914 el importante centro de estudios folclóricos que era entonces Sevilla auspició la traducción de La formación de las leyendas de Arnold van Gennep. En 1953 supuso un hito la aparición de la Antología de leyendas de la literatura universal por parte del filósofo Vicente García de Diego, con un denso y extenso estudio preliminar y una selección de las mejores leyendas españolas agrupadas por regiones, y de otros países de todo el mundo. La última contribución importante a estos estudios es sin duda la de Julio Caro Baroja, un gran estudioso de la literatura de cordel, De arquetipos y leyendas (Barcelona: Círculo de Lectores, 1989).

jueves, 10 de marzo de 2016

lunes, 7 de marzo de 2016

viernes, 4 de marzo de 2016

Las leyendas

                       LAS LEYENDAS

 
La Leyenda de Cantuña

Cuenta una leyenda muy famosa en la ciudad de Quito, capital del Ecuador, que en los tiempos de la Colonia existió un indio muy famoso por ser descendiente directo del gran guerrero Rumiñahui.
Este indio, llamado Cantuña, tenia mucho poder sobre los demás indígenas de la región. 

Aprovechando esto se comprometió a construir un hermoso y gran atrio para la Iglesia de San Francisco, pero su compromiso con la iglesia fue hacerlo en seis meses, caso contrario no cobraría nada.
Cantuña cerrando el trato del Gran Atrio
El trabajo no era tan fácil, porque tenía que traer los bloques de piedra desde una cantera lejana y aunque los indios se esforzaban, era muy trabajoso cortar los bloques y formar los cuadrados para el atrio y colocarlos.

Cuando el tiempo de entrega de la obra estaba a punto de terminar, Cantuña se hallaba desesperado, y ofrecía entregar loque sea a quien le ayudase a terminar el atrio, qu apenas estaba iniciado.

Sus ofrecimientos llegaron a oídos del demonio, y aprovechando la situación se presentó y le ofreció terminar el atrio esa misma noche, siempre y cuando Cantuña le entregara su alma como pago. Cantuña aceptó, y miles de pequeños diablillos empezaron a trabajar en cuanto la obscuridad cayó en la ciudad.

De pronto Cantuña se dió cuenta de la rapidez con que trabajaban y que su alma estaría destinada a sufrir castigos por toda la eternidad, así que decidió retar al demonio. Cantuña se alejó a una esquina y tomó una piedra, en ella escribió en latín: "Aquel que tome esta piedra y la coloque en su lugar, reconocerá que existe un solo Dios y que está por sobre todas las criaturas del universo".

Cuando el atrio estaba a punto de ser terminado el mismo diablo quiso poner la última piedra, pero al leer lo que esta contenía no pudo hacerlo y así rompió su pacto.

Cantuña guardó la piedra para siempre y nadie pudo completar la obra. Si alguna vez visitas la Plaza de San Francisco, busca cuál es el sitio en donde falta la famosa piedra.

Cantuña acepta el pacto con el Diablo

Cantuña y la Famosa última piedra








jueves, 3 de marzo de 2016

LA LEYENDA

                             LA LEYEND

                  


Se dice que el llamado Juan el Oso se había casado con la hija del Inca. Su suegro poseía una
Gran cantidad de oro y, en señal de ello, acostumbraba llevar puesto, en uno de los dedos de
Su mano derecha un anillo de oro macizo.
Un día, el así llamado Juan el Oso, dijo a su mujer:
_ Tu padre tiene un anillo de oro puro. Yo quiero tener ese anillo.
Bien mandada fue la esposa de Juan el  Oso a pedirle a su padre, el Inca, que le diera el ansiado
Anillo.
El Inca se negó, no quería entregarle el anillo a su yerno porque era muy ambicioso. El Inca
 Temeroso de que Juan el Oso le robara el anillo, lo cuidaba celosamente. Tanto así, que cuando
Dormía lo guardaba en su boca.
Juan el Oso no había dejado de ambicionar el anillo de su suegro y tramó un plan para quitárselo.
Un día se encontró con un ratón y le dijo:
_ Mi suegro está ahí durmiendo, con el anillo en la boca. Métele el rabo en la nariz y muévele,
Haciéndole cosquillas. ¡Ve ¡
El ratón hizo todo lo que Juan el Oso le pidió.
_ ¡Uuuuaau,                  uuuaaauuuglla!                     _ estornudó el suegro de Juan el Oso, arrojando
Lejos el anillo y vomitando absolutamente todo. El ratón cogió el anillo y se lo dio a Juan el oso.
_ ¿Qué  ha sucedido?   _ dijo el inca, terriblemente enojado.
Entonces el  Inca cogió todo el oro que tenía y se fue a los cerros  Llanganates y los ocultó ahí Desde entonces, nosotros ignoramos el lugar donde está el oro. Si Juan el Oso no se  hubiera Robado el anillo de su suegro, ahorita tendríamos oro en abundancia.  De todas maneras, sabemos
 Que el tesoro está oculto en los Llanganates.
¡Vamos a  buscarlo!

martes, 1 de marzo de 2016

LA LEYENDA

        LA LEYENDA EL ORO DE LOS LLANGANATES

Atahualpa, viendo que los españoles apreciaban el oro por encima de todo, se comprometió a cubrir una habitación con oro conocida como Cuarto del Rescate a cambio de su libertad. Pizarro accedió a ello, a pesar de que probablemente no tenía la intención de dejar a Atahualpa en libertad. Antes de que la sala estuviera llena de oro, Pizarro desconfiaba de Atahualpa y su influencia sobre el resto de guerreros incas, por lo que condenó al Inca a ser ajusticiado en el garrote el 26 de julio de 1533.