jueves, 3 de marzo de 2016

LA LEYENDA

                             LA LEYEND

                  


Se dice que el llamado Juan el Oso se había casado con la hija del Inca. Su suegro poseía una
Gran cantidad de oro y, en señal de ello, acostumbraba llevar puesto, en uno de los dedos de
Su mano derecha un anillo de oro macizo.
Un día, el así llamado Juan el Oso, dijo a su mujer:
_ Tu padre tiene un anillo de oro puro. Yo quiero tener ese anillo.
Bien mandada fue la esposa de Juan el  Oso a pedirle a su padre, el Inca, que le diera el ansiado
Anillo.
El Inca se negó, no quería entregarle el anillo a su yerno porque era muy ambicioso. El Inca
 Temeroso de que Juan el Oso le robara el anillo, lo cuidaba celosamente. Tanto así, que cuando
Dormía lo guardaba en su boca.
Juan el Oso no había dejado de ambicionar el anillo de su suegro y tramó un plan para quitárselo.
Un día se encontró con un ratón y le dijo:
_ Mi suegro está ahí durmiendo, con el anillo en la boca. Métele el rabo en la nariz y muévele,
Haciéndole cosquillas. ¡Ve ¡
El ratón hizo todo lo que Juan el Oso le pidió.
_ ¡Uuuuaau,                  uuuaaauuuglla!                     _ estornudó el suegro de Juan el Oso, arrojando
Lejos el anillo y vomitando absolutamente todo. El ratón cogió el anillo y se lo dio a Juan el oso.
_ ¿Qué  ha sucedido?   _ dijo el inca, terriblemente enojado.
Entonces el  Inca cogió todo el oro que tenía y se fue a los cerros  Llanganates y los ocultó ahí Desde entonces, nosotros ignoramos el lugar donde está el oro. Si Juan el Oso no se  hubiera Robado el anillo de su suegro, ahorita tendríamos oro en abundancia.  De todas maneras, sabemos
 Que el tesoro está oculto en los Llanganates.
¡Vamos a  buscarlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario