Hay diferentes tipos de
comillas: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »),
las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ‘ ). Por lo general es indistinto el uso de uno u otro tipo de comillas
dobles; pero suelen alternarse cuando hay que utilizar comillas dentro de un
texto ya entrecomillado. Por ejemplo.
Al llegar al coche
deportivo, Lola susurró: «vaya “cacharro” que se ha comprado Tomás”».
Se utilizan comillas en los
casos siguientes:
Orientación de uso
|
Ejemplos |
Para
reproducir citas textuales de cualquier extensión.
|
Fue entonces cuando
la novia dijo: «Sí».
Sus palabras fueron:
«por favor, el pasaporte».
Dice Miguel de
Unamuno en la novela de don Sandalio:
«He querido
sacudirme del atractivo del Casino, pero imposible; la imagen de Don Sandalio
me seguía a todas partes. Ese hombre me atrae como el que más de los árboles
del bosque; es otro árbol más, un árbol humano, silencioso, vegetativo.
Porque juega al ajedrez como los árboles dan hoja».
|
En
textos largos fue práctica, ahora inhabitual, colocar comillas de cierre (»)
al principio de cada línea para recordar que continuaba la cita
|
En
opinión de un escritor célebre: «El hombre tiene aptitud, por su naturaleza,
para
»habitar
en todos los países del mundo: en los arenales del desierto, en los
»montes
más encumbrados, en los climas polares puede vivir y progresarse. No
»así
los animales, que, sujetos a más estrechos límites, perecen fuera de ellos o
»arrastran
vida penosa».
|
Cuando se ha de intercalar
un comentario o intervención del narrador o transcriptor de la cita, no es
imprescindible cerrar las comillas para volver a abrirlas después del
comentario, pero puede hacerse. Para intercalar tales intervenciones, es
preferible encerrarlas entre rayas.
|
«Los días soleados
como este
–comentó Silvia– me
encantan».
|
En
textos narrativos, a veces se utilizan las comillas para reproducir los
pensamientos de los personajes, en contraste con el uso de la raya, que
transcribe sus intervenciones propiamente dichas.
|
–Es una mujer
hermosa, hermosísima; si ustedes quieren, de talento, digna de otro teatro,
de valor más alto…; si ustedes me apuran, diré que es una mujer superior, –si
hay mujeres así– pero al fin es mujer, et nihil humani…
No sabía lo que
significaba ese latín, ni adónde iba a parar, ni de quién era, pero lo usaba
siempre que se trataba de debilidades posibles.
Los socios rieron a
carcajadas.
«¡Hasta en latín
sabía maldecir el pillastre!» pensó el padre, más satisfecho cada vez de los
sacrificios que le costaba aquel enemigo.
(Clarín: La Regenta, cap. IV)
|
Para
indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar o de otra lengua, o
que se utiliza irónicamente o con un sentido especial.
|
Dijo, cargado de
razón, que el asunto tenía algunas «prorrogativas».
En el salón han
puesto una «boiserie» que les ha costado un dineral.
Últimamente está muy
ocupado con sus «negocios».
|
Para
citar títulos de artículos, poemas, cuadros…
|
El artículo de Amado
Alonso titulado «Noción, emoción, acción y fantasía en los diminutivos» está
recogido junto con otros en un volumen antológico: Estudios lingüísticos.
Temas españoles.
Nos leyó en voz alta
el «Romance sonámbulo» del Romancero Gitano.
En esta sala se
puede ver el «Esopo» de Velázquez.
|
Cuando
un texto se comenta o se trata de una palabra en particular, esta se aísla
escribiéndola entre comillas.
|
Como modelo de la
primera conjugación, se utiliza usualmente el verbo «amar».
|
Cuando
se aclara el significado de una palabra, este se encierra entre comillas. En
tal caso se prefiere utilizar comillas simples.
|
«Espiar» (‘acechar’ no significa lo mismo que «expiar» las faltas.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario